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Híbrido, eléctrico, a gas… ¿cuál es la mejor alternativa?

Actualmente, elegir qué coche comprar no es fácil. Muchos factores se cruzan con nuestra decisión y no solo el precio del modelo. Las políticas de las administraciones están marcando las tendencias de los usuarios a la hora de decidirse, pero ¿estás convencido? Te ayudamos a decidirte.

La realidad es que quizá la costumbre o la publicidad -y, por qué no decirlo, las políticas europeas de control de emisiones- nos han llevado durante décadas a pensar que una versión con motor de gasóleo era lo más interesante porque consumía menos y porque además el combustible era más barato.

Ahora se imponen otras alternativas que hay que tener en cuenta aunque todas ellas tienen sus pros y sus contras. Te ayudamos a decidirte.

MUCHO MÁS QUE DIÉSEL O GASOLINA

· Comprar un coche, claves para elegir bien y mejor

Hace años, los turismos con motor a gasóleo arrasaban en las listas de ventas. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, las preferencias por este tipo de motorizaciones no llegan ni al 50 %.  Y otras opciones como híbridos, híbridos enchufables, eléctrico o de gas siguen en alza.

 ➡ HÍBRIDOS

Una interesante opción para rebajar las emisiones contaminantes que trae consigo beneficios también para el conductor porque, por ejemplo, están exentos de pagar aparcamiento en las calles de las grandes ciudades, pueden circular por zonas restringidas, salen muy bien parados en los protocolos anticontaminación…  Y una cosa muy importante, pueden competir en precio con modelos de gasolina y gasóleo.

 ➡ HÍBRIDOS ENCHUFABLES

Esto y mucho más también sirve para los híbridos enchufables que ofrecen lo mejor de los híbridos en cuanto a autonomía pero también lo mejor de los eléctricos en cuanto a ahorro de energía.

 ➡ ELÉCTRICOS

Los eléctricos son los reyes de la conducción libre de emisiones. Con cada vez más autonomía son posiblemente el futuro a corto plazo de la automoción.

Sin embargo, el problema de híbridos enchufables y eléctricos es que aún están por encima del precio medio y, además, necesitan de una infraestructura para recargarse.

 ➡ A GAS

En cuanto a los coches de gas, hay dos posibilidades: GLP y GNC. La diferencia está en la procedencia del gas, pero a la hora de conducir no supone ningún problema para el usuario. En ambos casos el precio del modelo es algo superior a un coche de gasolina o híbrido (unos 2.000 euros a versiones similares), aunque hay que estar atento a las ofertas de las marcas porque suelen hacer muy buenos descuentos.

Un modelo a gas disfruta de mucha autonomía a menor precio. El depósito de gasolina tiene la misma capacidad que la de un modelo convencional sin embargo gracias al gas tendrá unos 300 km añadidos de autonomía. Esta es una opción muy recomendable, limpia y eficaz.

A la hora de conducir, no hay problema se hace igual que cualquier otro coche. El cambio de gas a gasolina se hace automáticamente sin que el conductor tenga que intervenir.

Sin embargo, el problema de  coches a gas también tiene que ver con las infraestructuras para la recarga, que tampoco hay muchas por nuestras carreteras.

A TENER EN CUENTA:

1.- El precio de compra es más alto en un modelo diésel que el modelo de gasolina o híbridos equivalente. Puede haber una diferencia de hasta 3.000 euros. Los híbridos enchufables, eléctricos también son más caros. Los modelos a gas suelen tener muy buenas ofertas.

2.- El mantenimiento de un modelo diésel es más caro que el de un gasolina o híbrido. Los eléctricos no suelen dar problemas pero hay que estar atento a la batería.

3.- Las averías de un motor de gasóleo son más frecuentes y las piezas de recambio más caras. Los modelos híbridos no tienen porqué averiarse más que un gasolina o uno de gas. Su motor eléctrico no suele dar problemas.

4.- El diésel son los responsables de las emisiones de óxidos nitrosos (NOx) que producen la lluvia ácida, aunque actualmente muchos modelos ya van equipados con tecnología AdBlue que lo rebaja ostensiblemente. Los de gasolina, por el contrario, producen más CO2. El resto de tecnologías son mucho más eficientes frente a estos.

5.- Un modelo diésel consume menos que un gasolina pero solo compensa un vehículo con este motor si se superan los 25.000 km al año y se mantiene el coche durante al menos seis años. Aunque estas cuentas comienzan a no ser tan buenas según van mejorando las autonomías de los modelos eléctricos y a ajustándose los precios de los combustibles.

6.- Otro problema que se está encontrado el mercado de los diésel es el valor venal que empieza a bajar. Es decir, que el precio que alcanza el coche al venderlo de segunda mano, está cayendo. Ya no son las variantes más buscadas como antaño. Con lo cual, puede ser una peor inversión que un modelo con otro tipo de propulsión.

COMPARAR ANTES DE COMPRAR

Antes de decidirse por un coche hay que echar un vistazo a todas la versiones que se ofrece.

Actualmente, los nuevos motores de gasolina son muy comedidos en gasto y también mucho menos contaminantes. Un motor de 125 CV de gasolina puede consumir poco más de 4,5 litros/100 km, es decir menos de un litro más que la variante en diésel correspondiente que rondará los 3,8 litros/100 km.

Por su parte, un modelo equivalente híbrido conlleva numerosas ventajas extras, además, de un consumo menos. Estos modelos híbridos no hay que enchufarlos y se recargan solos.

La gran diferencia con los híbridos enchufables, es que los híbridos ‘a secas’ recorren muchos menos kilómetros en modo eléctrico que los enchufables. En cuanto a los precios, los enchufables son más caros que los híbridos convencionales. Y necesitan de un puesto de carga tanto en casa como en lugares públicos o de trabajo si de verdad queremos sacarle todo el partido.

En cuanto a los eléctricos y a gas comparten el problema de la escasez de punto de carga, que de momento, no están muy generalizado en ninguno de los dos casos. Actualmente, los coches eléctricos van ampliando su autonomía, con cifras de 400 km en coches convencionales (y más si hablamos de Tesla). Pero, al menos en España, la infraestructura para ellos aún es pírrica. En cuanto a los de gas, ya en algunas gasolineras de Repsol se están implantando punto para repostar.

DIFERENCIA DE CONDUCCIÓN

Los modelos de gasolina se conducen con mayor suavidad que los diésel, suelen ser menos ruidosos y menos pesados.

Los híbridos e híbridos enchufables no difieren mucho a la hora de conducirlos frente a un coche de gasolina. La diferencia es que te van informando de tu forma de conducir, si es ecológica o más dinámica, y te permiten elegir el modo de hacerlo, con lo que puedes ir ahorrando conscientemente. También a la hora de arrancar son más eficaces porque el motor eléctrico ofrece un comportamiento lineal y ágil desde el principio. Y hay que tener en cuenta que en ambos híbridos siempre la transmisión será automática.

En cuanto a los eléctricos, la conducción difiere un poco del resto (echa un vistazo a este reportaje te lo contamos exhaustivamente). Pero te acostumbras rápidamente. Hay que tener en cuenta que cada vez que levantas el pie del acelerador el coche retiene bastante porque es una forma de recargar las baterías, lo mismo sucede con los frenos. Otra cosa que debes saber si optas por un eléctrico es que en ciudad recargará mucho más que en carretera, porque las incidencias del tráfico urbano, paradas, arranque, frenadas, velocidad baja…, son favorables a su recarga. Por otro lado, el alumbrado, la conectividad, el aire acondicionado son sistemas que penalizan la autonomía.

Conducir un coche de gas es igual que hacerlo con otro de gasolina o diésel. Su tecnología permite que el cambio de gas a gasolina ni se note y se hace cuando se acaba el combustible. El ahorro en combustible es bastante, ronda el 50 %, también contaminan mucho menos y las prestaciones son idénticas. Todo son ventajas a excepción, como decimos de la falta de puntos de repostaje en nuestras ciudades y carreteras.

Otro dato que hay que mirar antes de decidirse es el precio del seguro. Aquí habría mucho que contar pero hay un dato claro, a más sofisticado sea el coche más caro será el seguro.

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