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Según un estudio científico

Hablar por el móvil disminuye la consciencia hasta un 50%

Un estudio científico realizado por la Fundación VINCI Autoroutes demuestra que las conversaciones afectan a la capacidad de atención y percepción de los conductores.

Este estudio se ha llevado a cabo por el Centro de Investigación Neurocognitiva y Neurofisiológica de la Universidad de Estrasburgo (Ci2N) y ha sido realizado en autopista en condiciones reales, con 3.500 conductores, y en un simulador.

Dado que cerca de uno de cada dos conductores europeos habla por el móvil mientras conduce (Barómetro europeo de la conducción responsable IPSOS/Fundación VINCI Autoroutes – 2014), el estudio evalúa cómo las conversaciones telefónicas afectan la capacidad de alerta de los conductores y demuestra cómo reducen la consciencia del entorno vial y son nefastas para una buena conducción:

– Disminución de 30% de la capacidad de percepción del entorno
– Reducción del 50% de la exploración visual en la carretera
– Prolongación del tiempo de reacción (+100 m a 130 km/h)
– Dominio más aleatorio de los adelantamientos y de las trayectorias

El estudio consistía en mostrar a los conductores imágenes de sucesos u objetos (paneles de información luminosa o carteles turísticos, vehículos de servicio detenidos en el arcén, monumentos…) jalonando los últimos 50 kilómetros recorridos, así como ‘elementos-trampa’ que no estaban presentes en su trayecto. Los automovilistas debían indicar si habían visto -o no- dichos elementos en el transcurso de su viaje.

Los resultados muestran que las personas que hablan por teléfono mientras conducen, con o sin dispositivo de manos libres (no se detectó ninguna diferencia de resultados entre la utilización del bluetooth, de los auriculares, del altavoz del teléfono o del teléfono que se sujeta con la mano contra el oído), retienen un 30% menos de información (independientemente del tipo de evento presentado) que los que no están al teléfono. La consciencia del entorno vial puede disminuir hasta en un 50% cuando la información proporcionada exige mayor atención, por ejemplo en caso de deber leer un panel luminoso.

La capacidad de atención y de memorización se ve aún más alterada cuando el conductor se encuentra ante un ‘elemento- trampa’: el 40% de los automovilistas que telefoneaban mientras conducían pensaban haberlo visto, frente a solo un 9% de los automovilistas que no hablaban por teléfono.

El estudio realizado en el laboratorio se basa en una serie de indicadores para determinar con precisión la pérdida de atención y de capacidad de reacción al volante durante una conversación telefónica. Disminuye significativamente la actividad ocular, en particular los movimientos horizontales de los ojos (-50% con respecto a la conversación con un pasajero o en ausencia de conversación)

Este importante déficit en la asimilación de información visual explica que se reduzca el campo visual.

Hablar por el móvil al volante también tienen un impacto negativo en la buena ejecución de los gestos básicos de conducción, que se ven perturbados:

El conductor tarda bastante más en adelantar, debido a una disminución de la velocidad media (un promedio de -7 km/h con respecto a la conversación con un pasajero y de -15km/h con respecto a la conducción sin conversación) y al hecho de que se vuelve con menos frecuencia al carril de la derecha (-50% comparado con una situación de control).

La variación de la trayectoria del vehículo, muy sensible a la pérdida de atención debida a una distracción o disminución del nivel de concentración, es más importante (+20% con respecto a la conversación con un pasajero  o  sin conversación) ;

La capacidad de reacción también se deteriora sensiblemente; a 130km/h, el tiempo de desaceleración en caso de incidente aumenta en un promedio de 100 metros (es decir, en un 33%) con respecto a una conducción sin conversación, y de 70 metros (es decir, en un 23%) con respecto a  la situación de conversación con un pasajero.

Por último, del examen del ritmo de la conversación se desprende que el tiempo de espera entre las preguntas planteadas por el interlocutor y la respuesta aportada por el conductor es sensiblemente menor (-12%) en caso de conversación telefónica, lo cual significa que el conductor está menos distraído por la conversación cuando su interlocutor se encuentra en el vehículo y comparte con él la visión de la carretera.

Frente a esta práctica hoy en día tan expandida, la de hablar por el móvil cuando se conduce, la Fundación de empresa VINCI Autoroutes hace las siguientes recomendaciones:

-Anticipar, organizarse mejor, detenerse para telefonear antes de ponerse a conducir, o hacerlo en las pausas o, de ser posible, pasar el volante a un tercero;

-Informar a sus interlocutores: antes de salir, activar un mensaje vocal que indique la imposibilidad de contestar en caso de llamada;

-Proteger a sus interlocutores: si la persona a la que llama está conduciendo, propóngale sistemáticamente volverla a llamar más tarde;

-En última instancia, cuando la conversación telefónica es absolutamente necesaria: reducir al máximo su duración.

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