Un todoterreno muy especial
En Motor y Punto hemos tenido la oportunidad de probar la variante de tres puertas del Jeep Wrangler con el acabado Polar, una versión muy genuina de este todoterreno de verdad, con grandes aptitudes camperas y también cargado de detalles diferenciadores como su techo desmontable.
El Jeep Wrangler es un vehículo todoterreno de los de antes, con tracción 4X4 y marchas reductoras seleccionables mediante una palanca. Es un vehículo robusto, duro pero no por eso está exento de tecnología. La versión Polar viene provista de serie de elementos como: control de crucero, navegador, airbag laterales, asistente al arranque en cuesta, mandos en el volante, retrovisores exteriores calefactados y eléctricos, climatizador, encendido automático de luces, lunas tintadas, radio-CD con cargador para 6 CDs, entrada para AUX, Bluetooth…
El Wrangler de 3 puertas solo dispone de un interior de cuatro plazas, con un acceso a los asientos posteriores algo complicado, porque el coche es bastante alto y hay que echar para delante el asiento delantero. Sin embargo, las plazas traseras son cómodas y amplias. Las barras antivuelco están protegidas con fundas almohadilladas para evitar que puedan golpear a los pasajeros cuando el coche atraviesa zonas complicadas.
El parabrisas delantero es completamente vertical y bastante reducido.
El salpicadero y la instrumentación de este Wrangler Polar son modernos y están bien terminado en negro y blanco con algún tono azul. Llama la atención la segunda palanca de cambios, a la izquierda de la convencional, con la que se maneja la tracción. Esta es una opción que ya se ve en muy pocos todoterrenos.
Otro elemento muy particular del Wrangler es su techo, formado por varias piezas que se retiran para dejar el coche completamente descapotado. Soltar todas las piezas lleva un rato. Retirar las dos placas delanteras del techo es relativamente fácil pero no tanto el resto del techo. Una vez descapotado podemos instalar una capota de lona que se encuentra plegada en el maletero. También se pueden quitar las puertas y el parabrisas con lo que dejaremos un coche con solo la parte inferior de la carrocería.
El Wrangler, equipado con un motor de 200 CV, no es un coche para el día a día aunque está bien asentado. Para el tráfico convencional, el vehículo es un poco incómodo porque, en realidad, el Wrangler es un coche pensado para fuera de carretera.
Es un motor moderno provisto de sistema stop/start y que ha homologado un consumo homologado de 7,1 l/100 km, aunque nosotros no hemos podido bajar de los 9 litros durante nuestra prueba en condiciones normales. Si nos adentramos en el campo, el consumo sube algo más.
El sistema de tracción es el clásico. En condiciones normales sobre asfalto circula con tracción posterior pero es conveniente accionar la tracción total cuando el terreno se vuelve deslizante, por lluvia o hielo, ya que el Wrangler tiene muchas inercia por su peso elevado.
Sin embargo, su sistema de tracción total no dispone de un diferencial central que reparta de forma variable el par entre ambos ejes. Siempre llevaremos la mitad de la fuerza en cada eje.
Es un sistema bueno para rodar por pistas y terrenos complicados, pero para circular en asfalto. Es el conductor el que toma la decisión de seleccionar el tipo de tracción en cada momento.
Sin embargo, cuando las cosas se complican por un terreno más difícil, por una piedra o por algún obstáculo, entonces es cuando llega lo bueno para el Wrangler. Y es que este coche es imparable en terrenos realmente difíciles.
Solo deberemos seleccionar un tercer modo de tracción, el 4×4 con marchas reductoras, y entonces se acabarán todos los problemas. En este caso se suman todos los elementos necesarios para hacer del Wrangler el rey del off-road. Ángulos de ataque y salida insuperables, lo que permite salir de una zona o encarar una pendiente muy pronunciada sin romper nada. Un motor muy potente que con las marchas reductoras permite salir de casi todo. Y una suspensión típica de un todoterreno, de ejes rígidos, que es lo ideal para la conducción off-road más extrema.
El Wrangler es una gozada en el campo, pero todo lo bueno que tiene fuera de la carretera es menos bueno cuando se circula normalmente por asfalto. Comportamiento más nervioso, suspensiones duras e incómodas y poco efectivas en carretera y sobre todo una dirección con la que se tiene la sensación de que hay que ir apuntando. Una dirección poco precisa en carretera y más aún cuando se circula rápido.
En cuanto al precio, en el caso de esta versión Polar con el motor de 200 CV y con la carrocería de tres puertas es de 40.300 euros. Pero hay una versión de acceso del Wrangler con el mismo motor desde 30.000 euros, y, por supuesto con la misma tracción 4×4.
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Fotos: Carlos Cancela
DATOS TÉCNICOS
JEEP WRANGLER POLAR
Motor: Diesel. Inyección directa. Turbo. ‘Common rail’
Cilindrada: 2.776 c.c.
Potencia máxima: 200 CV / 3.600 rpm.
Par máximo: 410 / 2.000 a 3.200 rpm
Dimensiones (largo/ancho/alto): 4.223 / 1.873 / 1.825 mm
Distancia entre ejes: 2.425 mm
Capacidad del maletero: 141 litros
Cambio: Manual 6 velocidades con marchas reductoras
Tracción: Total
Velocidad máxima: 172 km/h
Aceleración de 0 a 100 km/h: 10,6 segundos
Consumo medio homologado: 7,1 litros/100 km
Emisiones de CO2: 187 g/km
Precio: 44.927 euros.
